LUGARES DE INTERÉS
Palma de Mallorca es una ciudad que nunca descansa, un lugar en el que siempre hay algo nuevo que hacer, además, Palma cuenta con el atractivo añadido de encontrarse junto al mar.
Palma, la ciudad que nunca descansa y siempre sorprende.
Es impresionante. Toda una sorpresa en la capital mallorquina. Había visto infinidad de fotos pero, hasta que no estás allí, no eres consciente de la envergadura de este templo de estilo gótico. Su lado más fotogénico lo encontramos en el Parque del Mar o Parc de la Mar. Una explanada con un gran lago que nos recuerda tiempos pasados, cuando la Catedral de Mallorca se encontraba junto al paseo marítimo.
Imperdonable irte de Palma sin disfrutar del interior de la catedral. Entre otras maravillas, nos encontramos con un precioso juego de luz y color gracias a los numerosos rosetones y ventanales (entre ellos está el rosetón gótico más grande del mundo), e impresionantes columnas que alcanzan una altura de 21 metros. Antonio Gaudí fue el encargado de realizar las obras de reforma de la catedral a principios del siglo pasado y os aseguro que será sencillo descubrir su sello personal en infinidad de detalles.
Para comenzar el día nos vamos a desplazar hasta el punto más alejado de nuestra jornada, el imponente Castillo de Bellver. Una atalaya defensiva situada sobre una colina a más de 100 metros de altura sobre el nivel del mar. Cuenta con una curiosa planta circular que merece la pena visitar y las mejores vistas panorámicas sobre toda la ciudad. En su interior también podrás disfrutar del Museo de Historia.
El desplazamiento hasta aquí se puede hacer en coche, ya que dispone de un aparcamiento muy amplio, o en autobús. El autobús turístico tiene una parada en el propio castillo. El resto de líneas (la 3, 20 y 46), os dejarán en la parte baja. Tendréis que subir la colina a pie en unos 20 minutos aproximadamente.
Además, desde aquí puedes disfrutar de una maravillosa puesta de sol. Y hablando de este tema, te recomiendo leer el artículo con los mejores lugares para ver el atardecer en Mallorca.
El desplazamiento hasta aquí se puede hacer en coche, ya que dispone de un aparcamiento muy amplio, o en autobús. El autobús turístico tiene una parada en el propio castillo. El resto de líneas (la 3, 20 y 46), os dejarán en la parte baja. Tendréis que subir la colina a pie en unos 20 minutos aproximadamente.
Además, desde aquí puedes disfrutar de una maravillosa puesta de sol. Y hablando de este tema, te recomiendo leer el artículo con los mejores lugares para ver el atardecer en Mallorca.
Símbolo del poder civil durante centenares de años. Por aquí han pasado primero los árabes para acoger, tras la reconquista, a los miembros de las cortes reales españolas. Aún hoy en día, cumple la función de residencia oficial de la familia real durante sus visitas a la isla.
Lo fascinante de su arquitectura (tanto en su fachada exterior como en las estancias interiores) es precisamente que refleja las influencias de todas las culturas que han pasado por aquí. Hoy podemos disfrutar de un palacio cristiano de estilo gótico que conserva la estructura primigenia de Alcázar musulmán.
Además, no te olvides de pasearte por los jardines Hort del Rei. Se encuentran justo al lado del palacio y en el pasado también era de propiedad real.
Lo fascinante de su arquitectura (tanto en su fachada exterior como en las estancias interiores) es precisamente que refleja las influencias de todas las culturas que han pasado por aquí. Hoy podemos disfrutar de un palacio cristiano de estilo gótico que conserva la estructura primigenia de Alcázar musulmán.
Además, no te olvides de pasearte por los jardines Hort del Rei. Se encuentran justo al lado del palacio y en el pasado también era de propiedad real.
En el siglo XIII albergó hasta 5.000 judíos. Una cifra que nos da una idea de la envergadura de la mayor judería mallorquina, llamada Call en mallorquín. La herencia hebrea de los últimos descendientes judíos que tuvieron que convertirse forzosamente al cristianismo nos ha llegado a través de calles estrechas, sombrías y muy tranquilas.
Es un área muy extensa que comprende el territorio comprendido entre la Plaza Santa Eulália y Porta d’es Camp. Todas estas calles merece la pena patearlas y encontrar algunos monumentos de gran valor como la Iglesia de Montesión, los jardines de Can Fontirroig o la Torre de L´Amor.
Es un área muy extensa que comprende el territorio comprendido entre la Plaza Santa Eulália y Porta d’es Camp. Todas estas calles merece la pena patearlas y encontrar algunos monumentos de gran valor como la Iglesia de Montesión, los jardines de Can Fontirroig o la Torre de L´Amor.
