El centro histórico de Palma es una maravilla arquitectónica y cultural. De trazado medieval, se trata de uno de los cascos viejos más grandes y mejor conservados del mediterráneo y de Europa.
Cada calle y cada pequeño callejón es un tesoro que esconde puertas abiertas y patios de antiguas casas señoriales (los ‘casals’), edificios modernistas, comercios emblemáticos, museos y galerías de arte moderno. Es muy fácil perderse y es recomendable que ocurra. Y recuerda: hacia abajo, te espera el mar.